Si hay algún santo que se asocia a Navarra, ese es San Francisco Javier, nacido en la pequeña localidad que lleva su nombre: Javier.
Javier se encuentra a unos escasos 50 kilómetros de Pamplona y allí se puede visitar el impresionante Castillo de Javier, que como se puede apreciar en la fotografía está muy bien reconstruido.
Anexo al castillo está la Iglesia dedicada a San Francisco Javier, de principios del siglo XX, edificada justamente en lugar donde nació este gran santo el 7 de abril de 1506:
La visita al castillo merece la pena. Hay un itinerario bien marcado que nos va guiando por las distintas zonas del castillo, y donde encontraremos varias galerías musealizadas con objetos de la época de San Francisco Javier, así como el relato en maqueta de su vida, e incluso una exposición pictórica.
Enfrente del castillo, se encuentra el convento donde bautizaron al santo, y que aún conserva la pila bautismal. No dudes en visitarlo.
El entorno es muy agradable, y tiene varias zonas recreativas, así como hoteles y restaurantes, que permitirán alargar la visita.
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